Luego de alrededor de 6-7 meses de no saber nada de nuestras chicas, regresamos a aquella esquina que habia venido a significar tanto para nosotras. Como siempre nos juntamos en McDonalds y desde allí A. pensó en llamar a A-e. con las esperanzas de que su número de celular siguiera siendo el mismo. Finalmente A...e contestó ,nos confirmó que estaba en la esquina de siempre y que quería helado para ella y sus amigas una de las cuales estaba embarazada. Nos dirigimos todos, A., Y., A., J., M. y yo, a encontrarnos con ellas, orando en el camino por protección, por las chicas y el ministerio.Por un lado fue muy bueno verlas de nuevo luego de tanto tiempo sin saber de sus vidas, y ver como nos recibieron como siempre, con una sonrisa y un abrazo. Pero por otro lado me sentí tan frustrada y triste...