Nuestra historia

Este ministerio empezó cuando una hermana de nuestra iglesia (a quien llamaremos V. en este blog), notaba a un grupo de prostitutas noche tras noche de regreso a su casa. El Señor comenzó a cargar cada vez más el corazón de V. con la miseria de estas mujeres y puso en ella el deseo de alcanzarlas con el amor de Cristo. Ella expresó a un grupo de amigas (R., C., A.,) el deseo de su corazón. Dios ya había estado obrando un anhelo por este tipo de labor. Ha sido increíble cómo Dios ha unido nuestros corazones y nos ha dado el anhelo por alcanzar a estas chicas. Luego de buscar el consejo de nuestros pastores y de una amada hermana, Rennae de Freitas, que hace este tipo de labor, comenzamos a visitar a estas chicas los viernes en la noche desde el viernes 27 de febrero, 2009.

En la medida que nos hemos acercado a estas mujeres, nuestros corazones han experimentado un amor por ellas que no lo podemos explicar aparte de la increíble gracia de Dios. Si nosotros pudiérmos transmitir de algún modo la urgencia tan grande que tenemos de realmente pelear y luchar en oración por estas almas!! Hemos podido palpar cada vez más que esta pelea es una pelea espiritual. Nuestra lucha es contra potestades, contra los poderes de tinieblas de este mundo. Satanás es real, Satanás es extremadamente intencional en destruir almas. El tiene a estas mujeres tristemente y poderosamente atrapadas en un ciclo de "inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos, envidias, borracheras, orgías." Estas chicas son muy pobres, algunas no saben leer ni escribir; tienen hijos desde muy temprana edad (desde los 12 años, inclusive); tienen fuertes adicciones a drogas y alcohol; dos de ellas están embarazadas y como quiera salen a trabajar cada noche y siguen drogándose.

A la fecha el Señor nos ha permitido conocerlas mejor y establecer relaciones de cierta confianza. Hemos tratado de empezar alfabetizarlas, pero eso no ha sido posible.

Aunque hemos enfrentado mucha oposición seguimos amando a nuestras amigas y orando a Dios que incremente en nosotras un mayor celo por la gloria de Su nombre que nos lleve a amarlas incondicionalmente y persistentemente hasta verlas amar a Jesucristo con todas sus fuerzas.