Y dejándolo todo, se levantó y le siguió.

Hermanos les queremos compartir nuestra emoción...  nuestro corazón se ha llenado de esperanza.. fue evidente para nosotros que el Señor está obrando en el corazón de las personas que se les predica  la palabra de Dios en este ministerio... muchas veces nuestro corazón se ha llenado de desánimo al no ver los frutos que tanto anhelamos ver, pero que bueno que no depende de nosotros ni de nuestro esfuerzo, sino que Dios es quien está escribiendo la historia y El sabe cuál tiempo es mejor...  nos apegamos a sus promesas.. su palabra no retornará a El vacía!!! esto lo creemos y hemos visto que Su palabra está encontrando lugar en la vida de estas personas... seguimos perserverando :).

Hicimos dos rescates esa noche... en el primer lugar pudimos compartir con 4 chicas, ya las conocemos de antes, les compartimos la historia de Leví... y tratamos de hacerles ver lo similar que podían ser sus historias, le contamos que Leví, públicamente era conocido por todos como un pecador, un día que Leví estaba en su trabajo que era públicamente rechazado por los demás del pueblo, Jesús cruzó por ahí... lo miró y lo llamó, exactamente en la condición en la que él estaba...  les explicámos que precisamente es lo mismo que estaba pasando esa noche, la historia se estaba repitiendo.... el Jesús que estaba cruzando por esa esquina que públicamente es conocida por una esquina de pecadoras y que las estaba llamando esa noche, es el mismo Jesús  que llamó a Leví... Jesús no les exigía  que arregláran su vida primero, que buscáran un trabajo decente y honrado... no... sino que en la peor condición en donde  ellas están así como a  Leví, Jesús las llamaba esa noche.... El no vino a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento... Leví lo dejó todo y le siguió... le preguntamos  cuál serán sus respuestas al llamamiento que Jesús  les hacía  esa noche.

Ellas estuvieron escuchando atentas, y una nos hizo un resumen de la historia para contárselo a otra de sus amigas que acababa de llegar.. debemos seguir orando... la palabra del Senor las puede transformar así mismo como transformó a Leví.

Mientras recorríamos la zona tratando de escoger cual sería nuestro segundo rescate, alcanzamos a ver a uno de los travestis con los cuales hemos tenido contacto antes... les recuerdo un poco la historia... este joven nos acompañó en la cena de navidad que tuvimos hace un par de años, después de ese día  tuvimos la oportunidad de hablar con él en otras ocasiones, cabe destacar, que siempre lo veíamos (aún a la cena que nos acompanó)  vestido de mujer, y su nombre por el cuál prefiere que lo llamemos es un nombre de mujer, no vamos a entrar en conflicto con él, su necesidad del evangelio no radica en que es travesti, sino en que es pecador, y se evidencia en su preferencia sexual, así que lo llamábamos como prefería. Recuerdo que una ocasión lo encontramos en esa oscura esquina todo golpeado, esa noche estaba muy triste y afligido, con mucha verguenza también... esa noche un cliente lo había golpeado porque se había dado cuenta que había sido engañado y que era un hombre disfrazado de mujer, este joven realmente ha tenido una historia muy triste y difícil. 

Cuando lo vimos inmediatamente nos desmontamos, le compartimos la historia de Leví, y se veía claramente afectado por lo que le decíamos, de verdad les puedo decir que el Señor nos dió mucha palabra y compasión en nuestra conversación con él... no puedo dejar de dar gloria al Señor por este momento particular de la noche :), al final oramos con él y por él... le suplicamos al Señor por la salvación de su corazón  para que la respuesta de él fuera la misma que tuvo Leví... al final de la oración nos dijo: les quiero decir que mi verdadero hombre es____________________, (porque mientras orábamos le llamábamos por el nombre de mujer que nos dió)...waooo.. fue buenísimo escuchar por su misma boca reconociendo  su identidad...que él es un hombre!!!!, el presenta una lucha interna muy fuerte en este sentido, quiere ser liberado de su condición... por favor, oren por él

Hermanos esperamos poder seguir siendo fieles al Señor en el trabajo de este ministerio, pero necesitamos que continúen orando por nosotros, porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales....pero sabemos que las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas.

Amén.

Nos vemos la semana que viene si es la voluntad del Señor.