jueves, 25 de noviembre de 2010

Si tan solo una sale de la oscuridad a la luz en la salvación dada por Cristo al morir, habrá gozo en los cielos.



Hermanos, éste miércoles pasado tuvimos muchos sentimientos encontrados, fue una noche un poco diferente a las demás... pero una vez mas el Señor nos concedió su tierno cuidado, no dejamos de pensar que también el hecho de estar respaldados en oración nos hace estar mas equipados para la batalla... gracias Señor por el ejército de hermanos que oran por nosotros los miércoles en la noche. Esto es lo que pasó.

                       Como los viejos tiempos :)

Esta noche el Señor nos concedió que estuvieran con nosotros dos grupos otra vez (Lt, Ez, Al, JntA, Ym) y (Ap, Cp, Ag, Ac y  Vm). Una d elas chicas nos había comentado que hace mucho tiempo que no llevábamos chocolate para compartir con ellas, como en los viejos tiempos :), pues ésta noche decidimos hacérlo así, pero el Señor tenía otros planes.

            Memorias  del 1er grupo.... por Ez

Iniciamos el recorrido y vimos a una joven parada en la calle y más adelante vimos a A...e quien venía caminado.  Buscamos a la primera joven, era G..l por nuestra parte solo habíamos tenido un solo contacto con ella una vez; nos acercábamos  pero ella seguía caminando alejándose de nosotros un poco rápido, nos paramos un momento y fue cuando en la calle Sarasota en la vía contraria a la nuestra, pero (frente a nosotros) vimos que un motor que se estrelló al piso  y una camioneta de la policía que se paro al frente porque venía persiguiéndoles, los policías los rodearon aun en el piso y pudimos ver que uno los apunto y sobo una escopeta, rápidamente entramos a un parqueo de un edificio mientras se calmaba un poco.

Luego que se calmó, estuvimos con A...e y G...l, le brindamos el chocolate (hasta preguntaron quien lo hizo de lo mucho que les gusto) hablamos de ellas, de cómo estaban, de la cena, preguntamos si tenían una petición de oración especial que quisieran que nos lleváramos a nuestras casas. Le recordamos que hay un pueblo del Señor que ora por ellas, G....l se sorprendió: un pueblo? A...e misma le dijo que ella hasta cartas ha recibido de personas que no conoce y aún personas de fuera del país, G...l dijo que ella nunca había recibido cartas. Le explicamos que aunque no ha recibido carta se ora por ella, lo que sucede es que con A...e se ha tenido más contacto. Pero en especial le hicimos énfasis en que ellas podían orar al Señor porque El dice en su palabra que un corazón contrito y humillado no lo despreciará…. Repetimos este versículo varias veces y lo que significaba, porque sabíamos que estaban muy nerviosas, viendo la hora por los policías, en una ocasión A...e me toma de la mano y nos dice que aunque no nos este mirando a los ojos es porque esta acechando, pero que ella nos está escuchando, (eso me hizo sentir muy bien porque es como si ella también nos cuidara) G...l nos dijo que un policía le había dicho que no quería mujeres en la calle como en alerta para que se fuera.
Entregamos las invitaciones a la cena, G...l como no tiene teléfono nos pidió el nuestro para llamarnos y asistir. Al final oramos todos juntos, incluyendo al grupo que estaba con los muchachos ( que también estban hablándo con D.. el guardián). Las peticiones de A...e fueron por su mamá quien está enferma y las de G...l porque la policía no se la llevara presa (estuvo presa desde el viernes hasta el domingo), pero al final nos dijo que en su casa habían muchos problemas, como fue rápido no dio detalles.
La relación con G...l aun está un poco fría, en cuanto a su receptividad para ir a la iglesia o las cosas de Dios, en ocasiones daba la sensación de querer decir muchas cosas que le preocupaban pero lo distorsionaba hablando de otras cosas, ( yo sentía que le hacía falta tanto amor y que a la vez le era difícil recibirlo, pero quizás estas solo sean sensaciones mías).
La noche estuvo algo inquieta, pero no estábamos solas, el pueblo de Dios oró por nosotros y fuimos guardados de todo mal, Glorias sean dadas al Todopoderoso!!
Al irnos Al decía que en un principio nos sorprendimos de que éramos más varones que mujeres, pero que fue lo mejor ya que la noche estuvo agitada, los muchachos estuvieron muy de cerca cuidándonos, inclusive llegaron a observar un joven extraño que se acerca con un tubo, algo sospechoso, que luego se devolvió.
Muchas cosas no las vemos, pero no nos cabe duda que como dice el salmo 91 15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. La iglesia ora y el Señor responde las oraciones, nos libra y su nombre es Exaltado.
Si empezamos a ver los cuidados de Dios en cada detalle no acabamos de escribir, ahora recuerdo que Al no sentía bien al momento de empezar el recorrido, pero el Señor la sostuvo, lo mismo le paso a Lt antes de salir de la iglesia, pero no es nada bueno en nosotros, sino Dios quien pone el querer como el hacer y manifiesta su poder en la debilidad.
Si tan solo una sale de la oscuridad a la luz en la salvación dada por Cristo al morir, habrá gozo en los cielos.

                Se acerca nuestra cena.....y la policía...

En la segunda esquina apenas pudimos estar entre ellas unos minutos, nos desmontamos y nos acercamos para saludarlas, les dimos las invitaciones y empezamos a brindarles chocolate... no habían pasado 5 minutos cuando se acercó la policía, eran varios de ellos en camioneta y motor... se desmontaron y en un tono nada amable empezaron a  decirles a nuestras amigas que se fueran, me sorprendió que las conocían a todas por nombre... ´mire jefe, un poco de chocolate que nos trajeron ellos son amigos de la iglesia, me voy cuando me lo tome... le dijo Al...a lo que ese policía le respondió, a mi no me interesa.. mientras te tomas el chocolate se van.. y se van ya..., empezamos todas a caminar para irnos, íbamos caminando con nuestras amigas, y mientras caminábamos la policía nos seguía... entendimos mejor subirnos a nuestro vehículo y abandonar el lugar... fue una visita super corta.

En esos momentos hubo varios sentimientos encontrados: por un lado frustración, porque habíamos preparado el chocolate caliente con mucho cariño, y le planeábamos dar las invitaciones y compartir un momento tranquilo con ellas en esa fría noche, además conocimos esa noche por primera vez en esa esquina un trasvesti (un hombre vestido de mujer), era bastante jóven, él nos dijo que va a esa esquina, pero nunca lo habíamos visto, aprovechamos para darle una invitación a la cena a él también. También la verdad escuché que algunos de los chicos se enojaron un poco por la actitud de la policía, pero debo que alabar a Dios por la obra en la vida de éstos hermanos que nos cuidan, fueron muy sabios y prudentes, tratando de cuidarnos en todo momento. Y aquí entendemos por qué ésta noche nos acompañaron mas hermanos que hermanas, es que ésta noche sería diferente.  Le pudimos dar invitaciones a Al..ie, K...a, Is...l, al muchacho trasvesti, a una chica nueva que se llama W...y y a M...l, que conocimos la semana pasada.

Oren por favor por la cena, para que el Señor lleve a las que El quiere llevar, que desde ahora sus corazones estén preparados para recibir no el alimento físico que perece, sino el alimento espiritual que necesitamos para vida eterna, queremos compartir con ellas el Pan de vida, es decir, Cristo mismo. Que el Señor nos dé sabiduría para terminar de arreglar los detalles que nos faltan. Hermanos, agradecemos de todo corazón aquellas personas que con tanta emoción, y sacrificio, MUCHAS GRACIAS, que hermoso es saber que la comunidad es el equipo y que somos parte de una comunidad de gracia, que el Señor les recompense abundantemente la obra de vuestra fé.

Algo que ha estado muy de cerca los últimos días es el Salmo 33 y toda ésta situación de éste miércoles me lo volvió a recordar:


18 Pero el Señor cuida de los que le temen,
      de los que esperan en su gran amor;
19 él los libra de la muerte,
      y en épocas de hambre los mantiene con vida.
   20 Esperamos confiados en el Señor;
      él es nuestro socorro y nuestro escudo.
21 En él se regocija nuestro corazón,
      porque confiamos en su santo *nombre.
22 Que tu gran amor, Señor, nos acompañe,
      tal como lo esperamos de ti. 

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