Definiendo la realidad

Durante este proceso de involucrarnos con estas chicas y sus vidas, me he visto tentada a redefinir la realidad según lo que mis ojos ven, y no creer en lo que Dios dice que es real acerca de Sí mismo, del mundo, del diablo y sus demonios. Anoche y aún hoy leyendo la Palabra hay algunos pasajes que han saltado a mis ojos. Estos pasajes me recuerdan quien es nuestro Dios, quien es nuestro Capitán, quién es El que nos ha llamado a servirle entre estas muchachas.

Estos son los pasajes que más han impresionado mi corazón:
"Damos gracias al oir de vuestra fe y del amor que tenéis a causa de la esperanza reservada para vosotros en los cielos..." El amor es motivado por el conocimiento de la esperanza que es nuestra. (Col. 1: 5-6) ¿Es nuestro amor por nuestras amigas motivados por nuestra esperanza? Sólo si estamos arraigadas a nuestra esperanza podremos amarlas en medio del desaliento, de sus mentiras y engaños, de su miseria y promesas sin cumplir.

"A quienes [santos] Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria. A El nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo. Y con este fin también trabajo, esforzándome según su poder que obra poderosamente en mí." (Col. 1: 27-28)

Cristo en nosotros, la esperanza de la gloria, es un misterio lleno de riquezas de la gloria. Entre los gentiles el misterio de Dios es riquezas de la gloria. Eso es real!! Eso es lo que le da poder a nuestro ministerio. Si las riquezas de Su gloria no estuvieran entre los gentiles, ¿cómo podríamos ministrar? Pero sí.... SU RIQUEZA es nuestra y es de todo aquel que crea en El por fe! ¿Qué más es real?? Cristo en nosotros es real; Cristo en nosotros nos lleva a amar a otros y a trabajar para que El también esté en ellos.

"Porque agradó al Padre que en El habitara toda la plenitud, y por medio de El reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por medio de El, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos. Y aunque vosotros antes estabais alejados y erais de ánimo hostil, ocupados en malas obras, sin embargo, ahora El os ha reconciliado en su cuerpo de carne, mediante su muerte, a fin de presentaros santos, sin mancha e irreprensibles delante de El..." 

Nosotros estábamos alejadas y no teníamos el mínimo deseo por El, estábamos ocupados en malas obras, SIN EMBARGO (este es el equivalente de el 

"PERO DIOS" de Efesios 2), Cristo nos reconcilió con el Padre--El hizo la paz por medio de la sangre de su cruz. Cristo, sólo Cristo, siempre Cristo. Es por El quién Dios el Padre reconcilia. Nosotros éramos sus enemigos, Dios nos reconcilió. El escogió reconciliarnos con El.
El Espíritu de 2 Corintios 5: 14-21 le da vida a nuestro ministerio:
"El amor de Cristo nos apremia, habiendo llegado a esta conclusión: que si uno murió por todos, por consiguiente todos murieron, y por todos murió para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel murió y resucitó por ellos....todo esto procede de Dios, quen nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus trasngresiones y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación. Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; en nombre de Cristo os rogamos: ¡Reconciliaos con Dios! "

¿Es Cristo en nosotros realmente la esperanza de la gloria??

Col. 2--Cristo es el misterio de Dios y es sólo asidos en El que tendremos crecimiento verdadero. Nuestro orgullo no debe ser en nuestras propias fuerzas, en nuestro ministerio, en nuestros ayunos. Debemos estar asidos de El!!!

Col.3--Nosotros nos "hemos vestido del nuevo hombre, y este nuevo hombre se va renovando hacia un verdadero conocimiento CONFORME A LA IMAGEL DE AQUEL QUE LO CREÓ; una renovación donde Cristo es TODO y en TODOS." Una vez más mi corazón late de emoción al meditar en la unidad de las Escrituras. La renovación de nuestras vidas es para parecernos cada vez más a nuestro Dios, para ser SU IMAGEN.... y mientras más nos parezcamos a nuestro Dios, Cristo será TODO. Oh sí Señor!!!!! Esto es lo que queremos que sea real en nuestras vidas!!! Queremos que Cristo sea nuestro todo. Que El y sólo El sea nuestro todo: no nuestro ministerio, ni los frutos de ese ministerio. Que lo que nos defina, mis amadas hermanas, no sea lo que hacemos. Que nos defina el hecho de que estamos en Cristo. 

A.M.