sábado, 6 de junio de 2009

Ejemplos que nos inspiran


Mujer hispana rescata a las prostitutas
 
 

 
Ministrarles a estas mujeres no es fácil, pero Aida Rosa Bowers no se detendrá hasta lograr sacar y rehabilitar a cada mujer de las calles de Daytona Beach, Florida.

Aida Rosa Bowers tiene la misión de eliminar la prostitución de las calles de Daytona Beach, Florida--no enviando a las mujeres a la cárcel, sino rescatándolas y rehabilitándolas. Apenas un año atrás, Rosa Bowers fundó Heaven's Garden (Jardín Celestial), un hogar residencial y comunitario sin fines de lucro en el mismo centro de Daytona. Este refugio provee adiestramientos y sirve de albergue para las mujeres que ella arrebata de las calles. Desde entonces, ella ha trabajado incansablemente, y casi sola, para lograr su objetivo.

A pesar de que no ha sido prostituta, esta mujer de 44 años y madre de tres, reclama que tiene el corazón para estas mujeres. Ella, al igual que muchas otras, ha sido "usada y abusada" por hombres toda su vida hasta que se convirtió a Cristo. "Yo siempre he tenido una pasión por las mujeres debido a todo lo que he tenido que vivir", declara ella.

Rosa Bowers nació y se crió en Puerto Rico con padres adoptivos quienes practicaban el espiritismo, santería y brujería. Y por haberse casado dos veces con hombres que estaban bien envueltos en estos cultos, Rosa Bowers sabe lo que es estar a la merced de gente que practica el mal. Por eso, desde que ella entregó su vida a Jesús hace siete años, está haciendo todo lo que pueda para hacer lucir mal al diablo.

Esa es la razón por la cual ha entrado en su territorio para rescatar a las prostitutas. "Yo sólo me paro afuera [del hogar]", dice ella, "y si las veo caminando por la calle, me les acerco y les digo: 'Oye, ¿tienes hambre? ¿Quieres unos zapatos?'" Cuando las mujeres le responden afirmativamente, Rosa Bowers las lleva al hogar, las alimenta y les provee ropa. Las cuida si están enfermas o heridas. Luego les ofrece la oportunidad de quedarse y participar voluntariamente, sin ningún costo, por un año en el programa que el hogar provee.

Bowers tuvo la visión de este hogar por primera vez, pocos años luego de convertirse a Cristo. Cantarle a Él y predicar, por la radio, no era suficiente para ella. "Mientras más hacía, más cosas quería hacer", manifiesta Rosa Bowers. Comenzó a decirle a Dios que ella quería trabajar a tiempo completo para Él. Por medio de su trabajo en Serenity House, una agencia estatal de rehabilitación, Rosa Bowers obtuvo un particular interés por las prostitutas. "Toda esa ruta de mi trabajo a mi casa está atestada de mujeres de la calle", expresa ella. En su tiempo libre, Rosa Bowers comenzó a salir y a hacer sus averiguaciones. Ella no le predicó a estas mujeres; mas bien se amistaba con ellas y les preguntaba por qué trabajaban en las calles, y las alimentaba. Rosa Bowers relata que mientras ella hacía esto, "la carga se hacía cada vez mayor".

Luego de recibir una palabra profética en una conferencia en junio de 2003, sobre ser liberada para hacer lo que Dios la llamó a hacer, Rosa Bowers sabía que era el tiempo de llevar a cabo la visión. Milagrosamente, todo lo que necesitaba le fue provisto. Para el mes de agosto ya tenía un pequeño almacén, de diez pies cuadrado, lleno de donaciones.

Aun la misma casa, un modelo victoriano de dos pisos en una calle conocida por el tráfico de drogas y la prostitución, le llegó de manera sobrenatural. El dueño la había adquirido en 1991 con la idea de que algún día sería usada para un ministerio de mujeres. En dos meses se hizo el contrato de arrendamiento, se amuebló y fue surtido con todo lo esencial a través de las donaciones de gente, iglesias y organizaciones de la comunidad.

La casa tiene ahora cinco residentes, su máxima capacidad. Pero muchas otras mujeres están en necesidad de este programa. Las estadísticas de la cárcel del Condado Volusia revelan que en los primeros nueve meses de 2003, 326 mujeres fueron arrestadas por comercializar con el sexo, teniendo un incremento si se compara a 286 del año anterior. El costo al estado por encarcelar a 123 de estas mujeres--sin incluir cargos de probatoria, costo de la corte y gastos médicos--era de $242,784.

El programa de un año de Heaven's Garden consiste de dos fases. La primera, que dura tres meses, es la fase de "limpieza" o "separación". La nueva residente se desintoxica de las drogas y alcohol, rompe con patrones de conducta, recibe asesoría médica y se restablece su identidad, dándole certificado de nacimiento, tarjeta de seguro social, etc. La segunda es la fase de "facultar" o "restauración", un tiempo donde aprende lo básico, como tener cuidado de sí misma, llevar un hogar, etc. Al final de esta segunda fase, se refiere entonces a un centro de empleo donde la preparan para trabajar o la envían a la escuela.

Durante todo el programa ellas reciben enseñanza y consejería por Rosa Bowers y representantes de varias agencias. Además, asisten a la iglesia regularmente, y a la vez asisten a estudios bíblicos y reuniones de AGLOW, una organización cristiana internacional de mujeres. Ellas también sirven en la Coalición para Deambulantes. Periódicamente, Rosa Bowers lleva a las mujeres a conferencias y conciertos cristianos. Aunque ella no fuerza su fe en ellas, explica que ella las "expone a diferentes ángulos para que vean por sí mismas lo que Dios es capaz de hacer en las vidas de las personas".

La meta de Rosa Bowers, quien recientemente se casó con un hombre de Dios quien la apoya en su ministerio, es incrementar la capacidad del hogar a 100 dormitorios y expandir sus facilidades para tener una unidad de crisis, otra unidad de desintoxicación y un centro de aprendizaje para educación continuada. Ella cree que Dios proveerá un edificio más grande, y la gente que necesita, así como Él lo hizo con este hogar. "Yo sé que eso está cerca", comenta. "Siempre hemos confiado en que Dios es el que lo hace."
Maureen Eha

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